El slackline, la cuerda para hacer equilibrio mas allá de los circos

Todos quisiéramos que nuestos niños tengan un estilo de vida dinámico y pasen más tiempo al aire libre. Que encuentren una actividad que los motive a practicarla con constancia. El slackline es una opción de ejercicio distinta e innovadora que toma cada día más fuerza en varios países del mundo. Es muy recomendable para los niños debido a los importantes beneficios que otorga y además, porque es una manera muy entretenida de mantenerse en movimiento.

El slackline, como deporte, consiste en hacer equilibrio sobre una cinta de nylon, generalmente de 5 centímetros, que se engancha a dos puntos fijos y se tensiona. Es algo así como hacer cuerda floja, con la única diferencia de que, en este caso, se camina sobre nylon y no sobre un cable de metal. En el slackline, la cinta genera suspensión y balanceo, lo que lo hace un poco complejo al comienzo.

Este deporte nació en los Estados Unidos, cuando algunos escaladores lo empezaron a utilizar como método de entrenamiento. Poco a poco fue evolucionando y ya se ha extendido por todo el mundo como deporte. Su instalación es muy simple. La cinta se amarra entre dos puntos fijos, habitualmente entre dos árboles en el jardin, parque o montaña. Pero también lo instalan entre dos postes. Para los niños, también se puede colocar una cinta de ayuda por encima para ayudar al equilibrio.

El ejercicio que hacemos intentando caminar sobre la cinta y mantener el equilibrio, es completisimo. Trabajamos todo el cuerpo y la mente en simultáneo. A nivel fisico, se ejercitan las piernas, los brazos, la espalda, los abdominales y los ligamentos internos. A nivel mental, esta actividad es considerada meditativa, ya que requiere que estés muy enfocado en el aquí y ahora para mantener tu equilibrio.


Conocías estos beneficios del Slackline

AGUDIZA LA CONCENTRACIÓN
Para andar sobre la cinta y no caer se requiere mucha concentración. Su
práctica mejora la capacidad de atención y el control de la mente. De
hecho caminar por el slackline es todo un desafío mental, y no solo
físico, y se considera como una meditación.
ENTRENA FÍSICAMENTE
Caminar por el slackline requiere el uso completo del cuerpo, fortalece
las articulaciones de tobillos y rodillas y mejora el tono muscular de
piernas, abdominales y lumbares.
ENDEREZA LA POSTURA
Refuerza los músculos de la espalda y fortalece la columna vertebral.
GENERA CONTACTO CON LA NATURALEZA
El slackline se suele practicar al aire libre, lo cual implica estar en
contacto con la naturaleza y bajo el sol que nos proporciona vitamina D.
REFUERZA LA FORTALEZA MENTAL Y EL AUTOESTIMA
La práctica del slackline requiere un poco de esfuerzo y perseverancia,
pero no es un deporte difícil y se progresa muy rápido por lo que los
niños consiguen superarse y refuerzan su autoestima.
PROMUEVE LA INTERACCIÓN SOCIAL
El slackline es ideal para practicar con amigos. Y si se practica en el
parque siempre hay curiosos que pasan por ahí y quieren probarlo.

¡Anímate a probarlo!

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